jueves, 24 de enero de 2013

Vierte, corazón, tu pena
donde no se llegue a ver,
por soberbia, y por no ser
motivo de pena ajena.

Yo te quiero, verso amigo,

porque cuando siento el pecho
ya muy cargado y deshecho
parto la carga contigo.

Tú me sufres, tú aposentas

en tu regazo amoroso,
todo mi amor doloroso,
todas mis ansias y afrentas.

Tú, porque yo pueda en calma

amar y hacer bien, consientes
en enturbiar tus corrientes
con cuanto me agobia el alma.

Tú, porque yo cruce fiero

la tierra, y sin odio y puro,
te arrastras, pálido y duro,
mi amoroso compañero.

Mi vida así se encamina

al cielo limpia y serena,
y tú me cargas mi pena
con tu paciencia divina.

Y porque mi cruel costumbre

de echarme en ti te desvía
de tu dichosa armonía
y natural mansedumbre;

porque mis penas arrojo

sobre tu seno, y lo azotan,
y tu corriente alborotan,
y acá lívido, allá rojo.

Blanco allá como la muerte,

ora arremetes y ruges,
ora con el peso crujes
de un dolor más que tú fuerte.

¿Habré, como me aconseja

un corazón mal nacido,
de dejar en el olvido
a aquel que nunca me deja?

¡Verso, nos hablan de un Dios

adonde van los difuntos:
verso, o nos condenan juntos,
o nos salvamos los dos!

miércoles, 16 de enero de 2013


Cuando lejos muy lejos, en hondos mares,
en lo mucho que sufro pienses a solas,
si exhalas un suspiro por mis pesares,
mándame ese suspiro sobre las olas.

Cuando el sol con sus rayos desde el oriente
rasgue las blondas gasas de las neblinas,
si una oración murmuras por el ausente,
deja que me la traigan las golondrinas.

Cuando la tarde pierda sus tristes galas,
y en cenizas se tornen las nubes rojas,
mándame un beso ardiente sobre las alas
de las brisas que juegan entre las hojas.

Que yo, cuando la noche tienda su manto,
yo, que llevo en el alma sus mudas huellas,
te enviaré, con mis quejas, un dulce canto
en la luz temblorosa de las estrellas.

martes, 15 de enero de 2013




Antes de amarte, amor, nada era mío:
vacilé por las calles y las cosas:
nada contaba ni tenía nombre:
el mundo era del aire que esperaba.

Yo conocí salones cenicientos,
túneles habitados por la luna,
hangares crueles que se despedían,
preguntas que insistían en la arena.

Todo estaba vacío, muerto y mudo,
caído, abandonado y decaído,
todo era inalienablemente ajeno,

todo era de los otros y de nadie,
hasta que tu belleza y tu pobreza
llenaron el otoño de regalos.



Find ecstasy in life; the mere sense of living is joy enough.




Lo que importa
es estar vivo
y entrar a la casa
en el desolado mediodía de la vida.


lunes, 14 de enero de 2013


Busca mis ojos,
toma mi mano, acércate.
Este es tu sitio,
ésta es tu taza de café.
No digas nada,
dices con la mirada más de lo que crees.
A la deriva,
llevas el alma en el timón.
Vas por la vida,
solo escuchando al corazón.
Buscas un puerto,
buscas un cielo abierto
lejos del dolor...